Capitulo ocho.
Diciembre 2004 al interior de las oficinas centrales del Zaar.
En el edificio GOMA se llevaba a cabo una pequeña reunión nocturna.
Charkill: No mames Gordolobo, no me digas que piensas dejar el futuro del reino en manos de ese imbécil…
Mirsha: No tenemos opción mi pequeño “Capo”, si queremos sobrevivir al ataque de nuestros competidores bajos en calorías, debemos unir a las dos grandes familias del confite mexicano.
Charkill: ¡Bajos en calorías mis huevos!
Mirsha: Lo sé “Charkill” por eso mismo tendré que arriesgar mi fortuna con el Pooh, ya que en ti no puedo esperar descendencia.
Charkill: Era solo una expresión, pendejo.
Mirsha: Como sea. Si logramos unir en matrimonio al Pooh, con la heredera Malatesta, disfrutaremos una de las uniones comerciales más grandes de todos los tiempos. Imagina todo lo que podremos lograr al tener monopolizado el mercado de confites, la marca “Carrillo-Malatesta” en todos los estantes del país, después América Latina, con el tiempo Europa, el Mundo entero y si somos honrados y dedicados, en un futuro cercano ¡El Universo!
Charkill: No la chingues ya deja las drogas “En la tele dicen que es malo, puedes perderlo todo”
Mirsha: La decisión esta tomada, solo espero que brindes tu brazo fuerte para esta operación
Charkill: esto me huele muy mal Lobo, pero solo por ti prestare la dureza de mi rock para este encargo.
Mirsha: Mas vale que esto salga a pedir de boca si no podemos irnos despidiendo del negocio.
Charkill: El único obstáculo que tenemos es el elevado factor de Comanderés de la heredera Malatesta. ¿Que tal si el Winnie decide no aceptar la unión?
Mirsha: No lo creo. El Pooh necesita ser controlado, vamos es un pobre pendejo que necesita ser dominado por una mujer y esa mujer es justamente Miroslava “la Commander” Ruíz. Son el uno para el otro.
Interior del tanque en las calles de la ciudad de México
Enero 2006
Pooh: No mamen y ¿Cuándo tenían pensado decirme que mi ex esposa esta en la ciudad? ¿Cuando tuviera de nuevo la pinche bota del dominio en mi cuello? ¿Ya que ella me tuviera bien agarradito del escroto?
Mirsha: Todavía es tu esposa…
Pooh: Papeleo mas, papeleo menos cabrón.
Magalo: Ya no la hagas de a pedo igual y te perdona y rompes ese celibato que te tiene de tan mal humor.
Pooh: Mal humor mis huevos.
Charkill. Si, eso es lo que apesta, ahora todo tiene sentido.
Mirsha: Bueno, basta ya ¿Ahora que vamos a hacer?
Mientras todos pensábamos en una posible solución para salir de la mierda en la que estábamos sumergidos el silencio fue cortado por el sonido que produce el gas al ser liberado de la botella de una cebada bien fría, esta vez nadie se molesto en voltear a ver al Magalo, sabíamos que el era el más ansioso. Después de repartir cuatro victorias muertas por fin abrió la boca.
Magalo: Yo digo que hay que matarla.
Mirsha: yo digo que no seas pendejo.
Pooh: Estúpido
Charkill: Imbécil
Mirsha: Idiota
Pooh: Tarado
Magalo: Bueno, ya estuvo ¿no? Yo nada más decía. ¿Quieren soluciones no?
Charkill: Tontote
Todos cruzamos miradas y por fin estallamos en carcajadas. La tensión desapareció al mismo tiempo en que llegábamos al número 53 del retorno 3 de avenida del Taller. Colonia Jardín Balbuena. Era una casa de dos pisos con un amplio estacionamiento, en el descanso de las escaleras había una rueda de carreta antiquísima empotrada a la pared a modo de ventana, esta me hizo caer en cuenta del malísimo gusto que tenia para la decoración.
Como en un antiguo ritual indio abrí mi chaqueta o chamarra o como chingados se llame ese pedazo de tela más o menos bien recortado y cocido que me pongo para evitar el frío. Y poco a poco fui descubriendo la cadena que colgaba de mi cuello, en la cual están colgadas desde hace algunos meses dos de las cosas más queridas y mas odiadas en mi vida, una llave y un estúpido anillo de “oro”.
Inserté la llave en la cerradura de la puerta con la misma destreza de un quinceañero que intenta romper el himen de su novia mientras piensa que en cualquier momento llegaran los papás de esta. Con todo cuidado trato de no hacer ruido al girar la llave pero es inútil todos me voltean a ver con los ojos entornados y con el corazón en un hilo, el rechinar de la puerta me recuerda los resortes de la cama de mi apartamento ahora quemado. Al mas puro estilo de los hermanos Almada los cuatro nos introducimos sigilosamente a la casa, volteando a todos lados, cubriendo cada rincón del patio/estacionamiento. Al asegurarme que esta despejado intento encontrar el interruptor general de luz, por un error (muy pendejo) acciono el interruptor de la bomba de agua provocando un verdadero desmadre, inmediatamente el Magos cae pecho tierra, “Charkill” cae encima del Zaar como todo buen guardaespaldas y El Zaar solamente se caga del susto.
Encuentro el interruptor y por fin se enciende la luz, la escena que esta frente a mí es hilarante, más no la reacción de los actores quienes al unísono me recuerdan la fragilidad de mi sanidad mental con un lindo: Pinche-loco-pendejo-hijo-de-la-gran-chingada. Después de proferir un sonoro y apestoso eructo recojo las llaves de la puerta interior que tenia muy bien escondidas entre los rosales ahora marchitos del jardín.
Pooh: Ya pinches nenitas hay que entrar por que ya hace escarcha (frío).
Magos: Tengo harta hambre.
Charkill: ¿Qué pedo con esa cadenita y el anillo?
Pooh: Adentro te explico
Mirsha: ¿Tienes unos pantalones limpios que me prestes?
El interior como era obvio en una casa abandonada, estaba vacío solo había una mesa y 4 sillas de plástico “Corona”, un refrigerador que en su interior albergaba una caguama reventada en el congelador, dos coronas en buen estado en la caja de las verduras y la mitad de una cebolla en la parrilla superior a un lado del foco que esta por encima del regulador de temperatura, sobre la mesa aun estaban las huellas de mi “noche de bodas” y la subsiguiente semana en la que la rabia y el desengaño me habían tenido hundido en un foso de cerveza, cigarrillos y llanto, todo esto aderezado con un poco de cebolla para amargar mas aun el asunto.
El Lobo logró encontrar unos pantaloncillos cortos en el armario, los mismos que había utilizado el día que con tanta ilusión, junto con “la Commander”, pinte la paredes de esta casa, los recuerdos son muchos y las ganas de recordar son pocas. Después de rellenar el refrigerador y tirar todas las botellas vacías al piso junto con un cenicero repleto de colillas secas, nos sentamos a planear la estrategia para salvar nuestros culos.
Pooh: Uno: ¿Cómo chingados resucitó Soledad? Dos: ¿Por qué “Charkill” sabe tanto? Tres: ¿Por qué Miroslava asesinó a Venus? Cuartro: Magalo, esa cebolla lleva meses en el refrigerador deja de comértela.
Charkill: Bien, Uno: No me quise deshacer de Soledad, sabia que el Zaar iba a resentir la pérdida, lo desaté justo antes de que el fuego lo abrazara por completo, le quise dar una oportunidad, el pobre bastardo salto por la ventana envuelto en llamas y pensé que se iba a morir de la caída no a manos del pinche Magalo. Dos: Sé mucho por que yo si fui a la escuela pendejo. Tres: No creo que “La Commander” haya matado a Venus. Cuatro: Déjalo tal vez muera y nos deje de torturar.
Magalo: ¡Ah Chinga! ¿Que no era de esas cebollas moradas que le ponen a la cochinita pibil?.
Mirsha: ¡No mames! mira que encender la bomba de agua en vez de la luz.
Pooh: No digas pendejadas pinche “Capo” de octava, El Grupo ICEL no es una escuela.
Charkill: Está bien, está bien dejémonos de jueguitos vamos a los hechos. Debo confesar que tengo mis sospechas a cerca de la muerte de Venus.
Pooh: ¿A que te refieres?
Lo que nos contó “Charkill” a continuación casi me provoca diarrea crónica o lo que es lo mismo se me aflojo el cuerpo bien cabrón.
Según el “Capo”, Venus llevaba una relación adúltera con Rosa -cosa que todo el mundo, pero todo el pinche mundo sabía solo que “Charkill” se hacia de la vista gorda- Rosa, al verse atada de manos por el gran amor que sentía por “Charkill” y al encontrarse ante la disyuntiva de ofrendarle su cuerpo a una diosa como Venus o entregarle su amor incondicional al “Capo” había decidido ejecutar a Venus. Cosa a la que respondí con un ataque de risa de más o menos 10 minutos. Cuando logre recuperar el aliento y la compostura, comenzó a plantear su teoría “B”.
La segunda teoría del “Charkill” situaba a Venus peleando con Rosa, por una posible infidelidad de esta última con una de las chicas de la guardia Malatesta, todo parecía indicar un posible embrollo de faldas en el casi extinto clan. Según “Charkill”, Rosa había apuñalado por la espalda a Venus después de una discusión en casa del “Capo”. Rosa había caído en shock después de darse cuenta que había apuñalado a su amor y comprendió que Venus sería incapaz de engañarla y mucho menos con alguien del clan Malatesta, así que optó por tratar de deshacerse del cuerpo de Venus. Y lo demás es historia conocida por todos.
Al interrogar a “Charkill” a cerca de la fuente de dichas sospechas confirmo lo que yo ya pensaba; el cuchillo en la espalda de Venus provenía de la cocina de Georgio “Charkill”, la inscripción B.M. en la cruz del cuchillo me había hecho recordar aquellos tiempos de parrilladas en casa del “Capo” esos cuchillos fueron el regalo de “La Commander” en la boda de Rosa y Georgio. Jamás hasta este momento lo había relacionado, pero todo cobró sentido cuando “Charkill” nos confesó que Rosa, su mujer, la sumisa, la lesbiana, era en realidad parte del clan Malatesta.
Solamente me vino a la mente una sola pregunta -¿Entonces que chingados tiene que ver en todo esto el pinche mugroso maletín de este pendejo?- (Señalando al Zaar)
Magalo: Por enésima vez en este día ¿Qué hay en el maletín?
Charkill: No puede ser revelada esa información.
Mirsha: Es solo mi ropa sucia.
Pooh: ¿Todo este desmadre por tu ropa sucia?
Mirsha: Mi guardarropa es escaso.
Charkill: Ahora que ya lo saben, es más que necesario recuperar el maletín. Hay que plantear una estrategia para localizar a “La Commander”.
Magalo: El Pooh debe saber. El se la tiró. Eso es un vincúlo que nunca se rompe.
Pooh: No seas pendejo Magos, eso solo pasa en las películas, y se dice vínculo no vincúlo pinche degenerado.
Charkill: Yo estoy con el Magos, no en lo de vínculo, sino en que me intriga mucho que aun guardes las llaves de esta casa y el anillo de tu boda. ¿Cómo putas compraste esta casa si eres, con todo respeto, un pobre diablo jodido?
Pooh: Mierda, esta casa la compré con el dinero del fideicomiso de mis padres según yo, el Zaar lo libero un tiempo por mí boda con Miros.
Magalo: ¿Quién? ¿Miros? Jajajajajajajajajaja no seas mamón ¿le dices Miros? Con razón te dejo jajajajajajajajajajajajaja
Pooh: Miroslava chinga, bueno el pedo es que ese fideicomiso no podía ser tocado por mí hasta que me casara o hasta que ingresara a la universidad. Solo se me libera una pensión mensual por seguir intentando entrar a la escuela.
Charkill: ¿Por eso llenas solicitudes a Harvard? ¿Y prefieres vivir como un mendigo que meterte a estudiar a una escuela real?
Pooh: Te recuerdo que el grupo ICEL no es una escuela real, ni siquiera es una jodida escuela.
Mirsha: La jodida bomba del agua hijo de tu puta madre.
Magalo: ¡Miros!, jajajajajajajajajajajaja que maricón se escucha eso ¡Miros! Miros-lava jojojojojojojo, Miros-plancha jajajajajajajajajaja, Miros-Sacude jajajajajajajajajajajajaja.
Justo cuando mi “emputometro” se puso en rojo y volví el cuerpo para partirle a Magalo ¾ de madre, se escucho un ruido seco “POOCK” y el Magos cayó inconsciente al suelo con pequeños espasmos nerviosos. Parada justo detrás de el se encontraba una chica sosteniendo un pequeño garrote de caucho. “Charkill” me miraba con los ojos desorbitados mientras una finísima mano de mujer sostenía una pequeña daga haciendo presión contra su garganta. El Zaar se encontraba desmayado a los pies de Doña Jacina, mi casera, quien ahora hacía gala de un horrendo cuello ortopédico y un ojo amoratado. Al tiempo que yo. Me incorporaba para empezar a repartir/recibir madrazos y patadas en las espinillas escuche una voz familiar que decía ¡Ya regresé mi amor, ya regresé! Instintivamente gire mi cabeza y vi sus ojos, ¡Oh Dios, esos malditos ojos! Después, un golpe en la nuca y todo se torna negro.
Despierto, no se cuanto tiempo ha pasado, estoy encadenado a la pared y justo enfrente de mí unas largas piernas, cruzadas, ¡Con una chingada “La Commander” me tiene de nuevo!
¿Que putamadredelinfirno es lo que en realidad contiene el maletín del Zaar?, ¿Se dará cuenta el Pooh que “La Commander” nunca lo quiso y nunca lo querrá?, ¿A Magalo le dará Chorrillo por la cebolla pasada que se tragó?, ¿Me tardaré otros cuatro meses en sacar un nuevo episodio? Descúbralo por usted mismo querido lector.