Se buscan viejas de buenas tetas para animar este blog.

martes, octubre 11, 2005

El Zaar de las gomitas. Cap. V

Capitulo cinco

Las enormes manos de Soledad colocadas alrededor de mi cuello, hacían cada vez más difícil mi respiración, de mis ojos escurrían sendos lagrimones por el gran esfuerzo de llevar un poco de aire a mis pulmones, en el piso del apartamento se encontraba el Magalo con la nariz fracturada y completamente inconsciente.

Unas horas antes había tenido que abandonar precipitadamente el hotel “Holywood” con el cuerpo de Venus acompañándome en el asiento trasero de mi auto. Una llamada desesperada del Magalo dándome el pitazo de que un anónimo había pedido la presencia de la policía en el hotel me había hecho salir corriendo y era más que obvio que el responsable de la muertita del costal iba a ser yo. Una vez estando en mi departamento, Magalo y yo habíamos quedado petrificados al escuchar que el que llamaba a la puerta era el negro Soledad, haciendo gala de la destreza de un flamingo cojo, el Magos y yo tratamos de esconder el cuerpo de Venus bajo mis cobijas y un montón de ropa sucia, Soledad seguía tocando la puerta ahora con mas fuerza, arriesgándolo todo le pedí a Magalo que abriera. Justo antes de que girara el picaporte, Soledad nos regalo con una demostración de su brutal fuerza de ex cargador de la Merced arrancando la puerta de sus goznes con un tremendo empujón que de pasada logro hacer que el Maguitos se fuera de nalgas noqueado y con la nariz chorreando sangre cual perro atropellado en el periférico, cosa que pensé, solo ayudaría a incrementarle lo feo al pobre cabrón, al ver que Mago estaba tumbado en el suelo teniendo pequeños espasmos, Soledad se dirigió hacia mí con la mirada inyectada de sangre como el macuarro adicto inhala-mona que era y sin ningún esfuerzo me tomo del cuello y al tiempo que me ahorcaba, repetía entre gemidos:

¿Dónde esta mi hermanita culero? ¿Dónde esta la niña de mis ojos? Tan inocente y llena de vida ella ¿En donde la tienes pinche Winnie?

Al escuchar el tan odiado nombre, el encabronamiento empezó a enrojecer mis mejillas y a tensar mis puños, pero recordé que el que me estaba ahorcando era nada más ni nada menos que Soledad, un enfermo mental que si me quisiera muerto, pudo haberme arrancado las bolas de cuajo desde el principio y sin ningún esfuerzo, así que pensándolo dos veces, con el ultimo aliento que tenia alcance a levantar el dedo índice señalando un finísimo y hermoso pie amoratado que sobresalía de entre los calzones y calcetines sucios que estaban amontonados sobre mi cama. Al ver esto Soledad, se quedo petrificado por un instante y con los ojos enormes como platos me clavo la mirada, apretó con mucha más fuerza mi cuello y berreaba como un animal a punto de ser castrado:

Mataste a mi hermana, mataste a mi niña, te voy a clavar alfileres debajo de las uñas y te voy a obligar a pelar tunas con la lengua, hijo de tu putisisisisisima madre.

Esto ultimo lo escuche como un eco muy lejano, al parecer estaba a punto de empezarle a rascar las patas a San Pedro, la cara de Soledad se alejaba poco a poco y se iba perdiendo en una nube gris que representaba mi partida de este mundo, en el preciso momento que comenzaba a ver la luz al final del túnel, escuche un sonoro ¡POOCK! Y sentí como las manos de Soledad aflojaron la presión, instintivamente mi cuerpo reaccionó y empecé a jalar grandes bocanadas de aire, lo cual me provoco un espantoso acceso de tos con flemas que ni un jarabe Vick vaporub me podría aliviar. Una voz a la lejanía me decía: -Levántate idiota tenemos que irnos en chinga de aquí- quede inconsciente por unos minutos.

Desperté y con la mirada aun nublada por las lágrimas secas que Soledad me había sacado con el apretoncito de cuello, distinguí la figura esbelta de Georgio “Charkill”. El Capo del Zaar de las gomitas me había salvado la vida al dejar fuera de combate a Soledad propinándole tremendo putazo con la plancha que estaba encima de la mesa de mi humilde (y humillante) pocilga. Alargando la mano “Charkill”, me ofreció una Victoria destapada para aclararme la garganta, la bebida era agradecida profundamente por mi lastimado gañote, en ese momento “Charkill” ataba a Soledad a la única silla que había, usando una cinta plástica color plata, en verdad era un honor ver trabajar a un profesional como el, Magalo ya estaba sentado en el piso sujetando una Corona familiar helada contra su nariz ahora hinchada, que me hacia recordar un pequeño pene con gonorrea, cada minuto intercalaba un trago de cerveza con el alivio de tener el frío vidrio pegado a su nariz, definitivamente es un borracho atascado, cuando “Charkill” termino de atar fuertemente a Soledad, con unas enormes latas rojas empezó a rociar gasolina por todo el departamento al tiempo que me preguntaba si tenia algo importante que sacar antes de prenderle fuego a mi inmunda habitación para que se la llevara la chingada junto con Venus y Soledad. Al terminar de decir esto “Charkill” comenzó a buscar sus cerillos en las bolsas del saco, Magalo me volteo a ver con cara de:

- ¿Qué va a hacer este enorme hijo de su chingada madre?-

Lo único que alcance a rescatar del cuartucho dado mi patético estado de apendejamiento fueron un par de cervezas del refrigerador, la nueva solicitud de ingreso a Harvard que estaba llenando antes de que mi vida empezara a patearme el culo con sus botas de casquillo y tuve que elegir entre una foto de la mujer que me había abandonado el mismo día de mi boda y un paquete de cigarrillos que guardaba debajo de la cama, al menos podré fumar el resto de la noche, pensé.

Con un movimiento extremadamente rápido y elegante “Charkill” encendió un fósforo en la frente de Soledad, esto lo hizo reaccionar un poco y darse cuanta que estaba atado y empapado en gasolina, no pude ver la cara del pobre Soledad al sentir las primeras llamas comiendo su carne ya que me encontraba ayudando a Magalo a bajar las escaleras, “Charkill” salio de la choza y cerrando la puerta tras de si dijo: -Adiós Venus, maldita mujerzuela-

El fuego se extendía lentamente calcinando la casucha y al tratar de atravesar el patio hacia la salida nos cortó el paso Doña Jacinta.

-¿Quiénes son esos muchachos? Y ¿Por qué esta saliendo tanto humo de ese departamento?-

Para mi mala fortuna en ese preciso instante el fuego alcanzaba la instalación de gas y el departamento estallo como mercado de pólvora en Tultepec Edo. Mex. Doña Jacinta se llevo una mano al pecho en clara muestra de que su débil corazón se estaba debatiendo entre dejar de funcionar o de plano hacérmela de a pedo por el incendio. Al notar que el color le regresaba a las mejillas y justo antes de que de su boca saliera algún insulto hacia mi persona, le aseste un sólido puñetazo en la cara, Doña Jacinta rodó por el suelo, probablemente con la mandíbula fracturada. “Charkill” y Magalo fijaron su mirada en mi, lo único que pude decir ante la atrocidad que acababa de cometer fue:

-De todas formas dudo que esta pinche viejita me vaya a regresar el depósito por la renta del departamento-

Dicho lo anterior los tres seguimos andando hacia la salida en absoluto silencio, yo solo podía pensar que en poco más de 24 hrs. mi patética existencia había dado un vuelco de 360º, rompí el silencio solo para preguntarle a “Charkill” ¿como diablos fue que supo que Soledad estaba a punto de matarnos?, respondió con un macabro:

-No lo sabia, en realidad solo venia a matarte a ti-

Ahí lo tienen queridísimos y nunca bien ponderados bolsones ratas de Internet, el 5º capitulo 5º, de este su “Sexsacional de detectives de barrio”.

4 Comments:

Blogger Guajazo said...

Maestro de maestros!!! Narrador nato!!

4:37 p.m.  
Anonymous Anónimo said...

Mocos!!!
Sabía que ese tal Charkil era un malora, al menos evitó que el Pooh falleciera a manos del negrote de la Meche.
Chales, a ver en que para este mitote.
Saludos queridisisisimos Guajazos desde la tierra del Jamón Serrano.

7:10 a.m.  
Anonymous Anónimo said...

El final de Soledad resultó estruendosamente más infame que el del policía en Reservoir Dogs, siendo que compartían iguales circunstancias. Doña Jacinta lo tenía bien merecido: Vientos! y el Charkil se revela como personaje estelar...esto se pone bueno. WE WANT MORE!

11:57 a.m.  
Blogger Seymus said...

a mi me intriga una cosa a más no poder:

donde es la tierra del jamón serrano??

eeeeh, ahhh, el capitulo V estuvo chido, no cabe duda, ese golpe asestado a la anciana es característico de un CULERO DE CORAZÓN. Gracias Pooh

9:25 p.m.  

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^^Winnie 25:17, El camino del Coto se ve asediado por todos lados por las inequidades del egoísmo y la tiranía de la Commander.^^ ^^Bendito aquel que en el nombre de la cebada y el buen pisto pastorea al débil a través del valle de las Commanders, por que el es el verdadero protector de sus hermanos y encuentra a los niños perdidos.^^ ^^Y yo actuare con gran venganza y terrible furia hacia aquellos que traten de envenenar y destruir a mis Guajazos y así sabrán que mi nombre es El Pooh cuando deje caer mi venganza sobre ustedes.^^