¿Yo? Chela, gracias...

El espía internacional Tutti Frutti Bobadilla se disponia a echar un "cake" en el baño de la residencia de la bella (pero fría) Joanna, residencia donde habia pasado la noche, y justo cuando estaba aflojando el cinturón de su pantalon el cual tenia una hebilla "Sergio Valente", pudo distinguir el sonido de una colt 45 martillando, ese sonido lo conocia muy bien porque habia visto todos los capitulos de la serie Hunter, y gracias a sus reflejos "ñeros" se habia podido sacar el arma, la cual siempre llevaba colgada a su pantorrilla.

Sangre, vidrios rotos, uno que otro pedo, y los gritos que anunciaban una muerte segura, despues de dispersado el humo (humo del cigarrillo que siempre prendia por aquello del olor) se encontro que el sonido del otro lado de la puerta de cristal era producido por el arma que cargaba la bella Joanna, las interrogantes crecian a medida que el tiempo pasaba: ¿Porque? ¿acaso fue por lo de mi ultima misión?, ¿Sera que 3 minutos no es mucho?, ¿acaso Pelé mintio en su comercial?, ¿Raúl Velasco realmente necesitaba ese higado?, solo algo era seguro: alguien de adentro lo habia traicionado e iba a averiguar el porque....

Salio de la residencia -primero se echo su cake, o a ver diganle que no a la caca, a ver,a ver- y se dirigio a un lugar donde podria estar seguro -aunque ya no estaba tan seguro-.

Eran casi las doce del dia cuando un golpeteo en la puerta principal de la "casa" del Dr. Garañas lo saco de su trance, un trance en el cual siempre inventaba algo -en realidad fumaba mota pero si era chido para eso de inventar artefactos- y de mal humor atendio a la puerta, era Tutti Frutti Bobadilla, mugroso y volteando para todos lados, se introdujo a la casa y le dijo: ¡Han descubierto el "secreto"!......