Cosas del pasado
Esta no es la primera vez que el frío de la noche abraza mi corazón con sus heladas garras. Una horrenda mueca se recorta en la pulcra superficie que yace a mis pies. No sé si es mi imagen reflejada al infinito o simplemente la encarnación de mi alma acongojada que pugna por desaparecer y hundirse en la infinita e inmisericorde soledad, que oprime el alma desdentada, ciega y estúpida de las masas aglutinadas en la puerta del infierno.
Texto escrito sobre un formulario de carta poder y firmado por M.A. Cuchurrumín.
Seguramente lo escribí frente a mi esposa, por eso lo de la firma.
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